lunes, 8 de junio de 2009

Un poco de ética, por favor



Más allá de la posible discusión legal sobre la realización de fotografías a personas en lugares públicos, existen unas consideraciones añadidas a la hora de valorar el trabajo de un fotógrafo callejero como el archifamoso Bruce Gilden: son la ética y el respeto.

En mi opinión, Gilden antepone su interés profesional a cualquier tipo de ética personal. En este video él mismo reconoce no tener ética. Su manera de fotografiar es como mínimo irrespetuosa con todos aquellos a los que retrata. Asusta, corta el paso, molesta e incluso se permite la desfachatez de recriminar a los pocos que sonríen en el momento de ser fotografiados. Si no se llamase Bruce Gilden, si no fuese miembro de la agencia Magnum y si no tuviese tantos videos colgados en youtube, probablemente sería simplemente un chalado maleducado que juega con una cámara en las calles de Nueva York.

En el aspecto estético, el uso que hace Gilden del flash es un contrasentido. Reflejar la realidad de las escenas callejeras con un fogonazo de luz me parece antinatural. Esto me lleva a pensar que mucha culpa de su fama hoy en día la pueda tener la controversia que genera su manera de fotografiar.

No todos son tan particulares en sus maneras como Gilden pero sí que hay fotógrafos sobresalientes en los resultados que es lo que realmente debería contar. Un ejemplo, el reciente ganador del WNYC Street Shots’ Challenge, Joe Wigfall.

No hay comentarios: